Por mis cojones...

Por fin se está acabando el mes de agosto, y con él se va toda esa morralla de turismo nacional, ese grupúsculo de energúmenos insatisfechos con todo, con absolutamente todo lo que encuentran en su camino. Nada está a su gusto, nada es como en su tierra y por supuesto, aquí, en Canarias, estamos ya no en el tercer mundo, sino en el quinto o en el sexto, por lo menos. Ese tipo de personas que vienen aquí a enseñarte cómo hacer las cosas, porque tu, probre canarito africano inculto y desgraciadito, no sabes hacer la O con un canuto...

Si, estimados amiguetes, estoy hablando del espécimen nacional veraniego por excelencia: el godomierda... Ojo, que yo soy como mi abuelo el valenciano, que distingo entre el peninsular y el godo, que es el peninsular imbécil.

Este tipo de especímen es capaz de discutirte hasta lo más nimio con tal de alzar la voz, pegar un manotazo en la mesa y tacharte de idiota... Y además, es que las cosas son como él/ella dice "por mis cojones", así le digan una y mil veces que las cebras tienen rayas, no, te discutirán que son lunares estirados por la gordura del animal "que no te enteras, canarito"...

Pues nada, don, arráyese un millo como decimos aquí y mándese a mudar de una puñetera vez a godolandia donde todo está como a usted le gusta...